Como una edición maratónica de 8 cuerpos y 216 páginas que recorre los principales hechos y protagonistas de sus 10 décadas de vida, El Universal celebra con los venezolanos un cumpleaños especial. Mira hacia el futuro y también pronostica los grandes cambios que viviremos en los próximos 100 años
La Historia, las grandes plumas
Sus fundadores fueron, Andrés Mata y Andrés J. Vigas. Además de estos últimos como redactores, estuvieron Rafael Silva (Lino Sutil) y Lucas Manzano, ambos magníficos cronistas.
El capital inicial de la naciente empresa editora fue de 10 mil bolívares y la primera edición correspondió a 5.000 ejemplares. Los caraqueños de entonces ávidos de informaciones, diríamos mejor noticias, las leyeron con mucho interés.
Debemos señalar que Mata era fundamentalmente un poeta colaborador de las revistas “El Cojo Ilustrado” y “Cosmópolis”, alcanzando gran popularidad como la tuvo su coterráneo Andrés Eloy Blanco. Sin embargo, la pasión periodística ocupó sus actividades intelectuales dentro y fuera del país. Además, desempeñó importantes funciones diplomáticas.
Andrés Mata dirigió “El Universal” hasta 1931 cuando falleció en París. A partir de entonces asumió su dirección, el doctor Luis Teófilo Núñez Gómez. Asimismo, debemos indicar que desempeñaron funciones de director, Werner Heuer Lares, Pedro Sotillo. Al doctor Núñez Gómez lo sucedió el doctor Luis Teófilo Núñez Arismendi. Finalmente en nuestros días ocupara esa posición el doctor Andrés Mata Osorio, quien le ha impreso a ese periódico el dinamismo que implican las nuevas tecnologías, más inversiones y los recursos humanos indispensables para ofrecer cotidianamente un excelente producto a su extensa lectoría.
En el Diccionario Biográfico de Venezuela publicado en Madrid en 1953, se incluye la nómina de figuras cineras en el pensamiento, la ciencia, la política, el arte, muchos de ellos colaboradores. Allí están, Rubén Darío, Ramón Pérez de Ayala, Pío Baroja, Leopoldo Lugones, Gregorio Marañón, Emil Ludwig, Stefan Szweig, Andrés Siefried, Winston Churchill, Baldomero Saní Cano, Ventura García Calderón, José Vasconcelos, Ángel Osorio y Gallardo, Francisco Mauriac, Guillermo Valencia, Ramón del Valle Inclán, Ramón Gómez de la Serna, Juan Ramón Jiménez, George Duhamel, Antonio Machado y otros.
Dentro de un grupo selecto
Dieciséis diarios latinoamericanos han sido testigos de excepción de un siglo de historia del continente. Los llamados “Decanos de la Prensa Latina” han sufrido los embates de guerras civiles, golpes de Estado y dictaduras, y se han regocijado reportando sobre los éxitos de una región que lucha por obtener su justo protagonismo en el concierto de las naciones.
Al igual que los países que los cobijan, estos medios de comunicación se han transformado para adaptarse a las exigencias de la época.
El Comercio (Ecuador) y El Impulso (Venezuela) han cambiado sus logos; El Comercio (Perú) y el Jornal do Brasil (Brasil) han reducido el tamaño de sus ejemplares; mientras que todos cuentan con una edición electrónica en Internet.
Ahora bien, los decanos no sólo han cambiado su forma, sino que también han tenido que adaptarse a los vaivenes gubernamentales, tan propios de este continente.
Hay casos emblemáticos como el de El Espectador (Colombia), Listín Diario (Rep. Dominicana) o La Prensa (Argentina), que fueron cerrados o confiscados por un período por tener una línea editorial contraría al gobierno de turno.
Otros, como el Jornal do Brasil, La Nación (Argentina) o El Impulso (Venezuela) lograron publicar a pesar de las restricciones que los regímenes militares impusieron a la libertad de expresión.
El Universal hoy pasa a formar parte de este grupo, con la experiencia que le han dejado dos dictaduras, 51 años de democracia, el boom petrolero, la debacle financiera y la revolución bolivariana.
Lo que dicen sobre sí mismos
Con cuatro páginas y 8.000 ejemplares distribuidos en aquella Caracas bucólica y campechana de 1909 cobra vida hace 100 años el sueño del poeta Andrés Mata: nace El Universal.
Al menos cuatro generaciones de venezolanos han originado su contenido informativo y cuatro generaciones de lectores lo han transitado, primero a través del periódico, luego en Internet y ahora en el teléfono celular. Cuatro generaciones de la misma familia han custodiado la integridad de su línea editorial y juntos hemos testimoniado y protagonizado la historia del país y del mundo. De allí que El Universal es más que un periódico. Significa más para los venezolanos, con quienes ha creado vínculos muy firmes. Ha sido guía para inmigrantes que buscan mejor futuro, ha sido formador de opinión, y con Estampas, compañero en el hogar. Con Deportes ha seguido pasiones y también ha sido vitrina plural en Política o Economía. Sin duda es más que un periódico.
En esta fecha aniversaria toman significado especial algunos párrafos de Nuestra Tribuna, el editorial fundacional, que reivindicamos por su vigencia y claridad para establecer la línea de tratamiento informativo del diario y su invariable posición en defensa del pluralismo y la democracia.
“Esta tribuna es libre y añadimos que no podría ser de otra manera en estos días de renacimientos cívicos, cuando todos tenemos el deber de ejercitar nuestras prerrogativas ciudadanas para fortalecerlas en las útiles labores del patriotismo y contribuir así a la consolidación de los beneficios públicos que acabamos de obtener y a asegurar sus frutos de bienandanza para lo porvenir”.
“A nada conduciría la labor periodística si no la favorece y garantiza su eficacia, la libertad de expresión del pensamiento, con toda aquella solemnidad redentora con que la consagró entre nosotros el triunfo de la doctrina liberal, en la jurisprudencia política de Venezuela”.
“Esta libertad de expresión en la hoja periódica, o digamos, en general, la libertad de imprenta la entendemos como medio sagrado que guía, esclarece, ilustra y estimula la obra de la perfección social, haciendo la luz, sea en torno de gobernantes, sea en el seno de la opinión pública; de ninguna manera como recurso de turbulencia o ariete contra el derecho y los fueros ni contra la honra y la reputación ajenas, lo cual equivale simplemente al abuso damnable de aquella prerrogativa. Lo primero, aquella libertad bien ejercida, es antorcha que ilumina, lo segundo, no es sino tea que incendia.”
“Seremos tolerantes con la adversa opinión, y en los inevitables necesarios debates periodísticos, si bien dejaremos abandonadas a su propio descrédito las formas de la intemperancia atolondrada, cuando acaso se esgriman contra nosotros, sostendremos con placer en la arena de la cultura civilizada aquellas discusiones que se consideren de pública utilidad…”.
Varias generaciones han vigilado el cumplimiento de estos mandatos de vida, no sólo esenciales por ser columnas de toda democracia, sino también por ser leyes de la decencia humana. Propietarios, directivos, gerentes, periodistas y trabajadores en general de esta institución centenaria han contribuido en su consolidación y en la adecuación del diario a las exigencias de la modernidad; lo que hoy permite a El Universal avanzar, con paso firme, hacia un futuro que ya comenzó y que enfrentamos con bríos juveniles y con el inmenso valor de la experiencia.
Muchísimas gracias a nuestros lectores, a nuestros anunciantes y a los trabajadores. A Venezuela toda. Esta historia apenas comienza y estamos listos para seguir contándola bajo las normas éticas que nos imponen informar con apego a las mejores prácticas del periodismo y la comunicación social en general. Esa es la vía que tomamos hace 100 años. Ese es el camino que seguiremos hoy y siempre.
Vía: El Universal - Rebeca Fernández | 1 de abril de 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos tu comentario sobre esta información.