Opinión
Luís Oliveros
Cuando se hace una encuesta entre los venezolanos sobre cuál es en su opinión acerca del problema más grave que tiene el país, la respuesta automática de la gran mayoría tiene que ver con los niveles de inseguridad los cuales son cada día más alarmantes. Es difícil conseguir a un venezolano que directa o indirectamente no haya sido víctima de la delincuencia. Varios estudios afirman que en el año 2008 murieron más de 100.000 compatriotas a manos del hampa (cifras que solo se ven en una guerra), y este año las cifras tienden a repetir el sangriento comportamiento del año previo. Por otra parte las cárceles en nuestro país las peligrosas de la región y entre las primeras del mundo. Y estimado lector esto ES CULPA DE GLOBOVISIÓN.
Debido a la crisis financiera mundial y la subsiguiente disminución de la demanda energética por los principales países consumidores, el precio del barril de petróleo sufrió un descenso bastante considerable. El precio promedio de la cesta petrolera venezolana apenas supera los $40/barril (menos de la mitad de la cotización promedio del año pasado), situación que ha traído toda clase de problemas fiscales a la actual administración debido al abultado ritmo de gasto que ha caracterizado su gestión y que parece haberlos agarrado de sorpresa y sin muchos ahorros creíbles. Se estima que la economía venezolana pueda caer en una fuerte recesión para el segundo semestre de este año, lo cual tendría graves implicaciones para la población en general. Y ¿adivine que?, ESTO TAMBIEN ES CULPA DE GLOBOVISION.
En los últimos meses hemos sido testigos de un incremento alarmante en la conflictividad laboral en el sector público. Casos como los del Metro de Caracas, la Corporación Venezolana de Guayana, empresas eléctricas, maestros, médicos, trabajadores de Pdvsa, son solo algunos de los problemas que el Gobierno ha tenido con los sindicatos y las negociaciones de las convenciones colectivas. Y GLOBOVISION ES CULPABLE de todo eso.
Según datos del BCV, el Índice de Precios al Consumidor en el mes de abril registró una variación intermensual de 1,8%. Con esta cifra tenemos que la inflación acumulada en los primeros cuatros meses del año se ubican en 8.2%, que si bien es cierto representa una desaceleración del ritmo inflacionario en relación al año pasado, también tenemos que decir que esta disminución se debe a un menor ritmo de crecimiento en la economía venezolana (los analistas coinciden en señalar que los rublos que presentan disminución en sus precios son los asociados a la increíble burbuja de consumo que ha experimentado nuestro país en los últimos años). Los pronósticos para este año de inflación rondan el 30% (cifra que debemos comparar con el aumento del 20% del salario mínimo). Y aunque usted no lo crea, ESTO ES CULPA DE GLOBOVISION.
Obviamente nada de lo anterior fue o es culpa de Globovisión, pero pareciera que la nueva moda revolucionaria es achacarle al canal de noticias la responsabilidad de cualquier cosa negativa que ocurra en nuestro país, lo cual por conocidas razones parecen más potes de humo que cualquier otra cosa.
Seguro Globovisión no es perfecta, ciertamente nadie lo es, y además estoy convencido que necesita cambios en algunos de sus programas (como el programa de las 10.00 de la noche, el cual en mi opinión es bastante malo), pero ¿cerrarlo porque representa los intereses de la oposición?, ¿cerrarlo porque hace denuncias, las cuales por cierto nunca son investigadas por los organismos competentes?, ¿es que VTV si es el ejemplo de lo que debe ser un canal de televisión? Cuando el cierre de Globovisión se produzca (cuidado si al momento de salir estas líneas no se ha producido), ¿qué opciones de información nos quedarán a los venezolanos?, ¿ver las novelas, comiquitas y películas repetidas de los otros canales (los cuales por cierto parecieran estar unidos en un común silencio cómplice como esperando para pescar en río revuelto y ver incrementar sus niveles de ratings sin importarles mucho la gravedad de la situación y su futuro) o ver VTV y convencerse que nuestro país es la octava maravilla del mundo, descubriendo que no nos va a afectar la crisis financiera mundial, que nunca pasa malo, sino muy por el contrario que cada día las cosas marchan mejor? Para nadie es un secreto que los canales públicos tienen niveles de ratings muy bajos (por ejemplo, el mismo Presidente lo dijo de eso que supuestamente es un canal de televisión y llaman TVES). Si esas son las opciones, el futuro de la televisión abierta en nuestro país luce bastante sombrío, y con bastante seguridad veremos como los niveles de audiencia de la televisión por cable experimentarán crecimientos exponenciales. No es sano pensar que la mejor salida va a ser el cierre de un canal de televisión, y más si este se encarga de informar y mostrarnos la otra cara de la moneda. ¿Acaso Globovisión nos presiona para que lo veamos?, ¿nos obliga a que compartamos su punto de vista?, simplemente da su versión de los hechos y cada ciudadano se forma su propia opinión.
Lo más grave es que pronto seremos testigos de un hecho insólito que pisoteará los derechos de muchos, y como siempre nada pasará, todo se olvidará en unos cuentos días. Así es como vivimos ahora en este país.
Luís Oliveros
Cuando se hace una encuesta entre los venezolanos sobre cuál es en su opinión acerca del problema más grave que tiene el país, la respuesta automática de la gran mayoría tiene que ver con los niveles de inseguridad los cuales son cada día más alarmantes. Es difícil conseguir a un venezolano que directa o indirectamente no haya sido víctima de la delincuencia. Varios estudios afirman que en el año 2008 murieron más de 100.000 compatriotas a manos del hampa (cifras que solo se ven en una guerra), y este año las cifras tienden a repetir el sangriento comportamiento del año previo. Por otra parte las cárceles en nuestro país las peligrosas de la región y entre las primeras del mundo. Y estimado lector esto ES CULPA DE GLOBOVISIÓN.
Debido a la crisis financiera mundial y la subsiguiente disminución de la demanda energética por los principales países consumidores, el precio del barril de petróleo sufrió un descenso bastante considerable. El precio promedio de la cesta petrolera venezolana apenas supera los $40/barril (menos de la mitad de la cotización promedio del año pasado), situación que ha traído toda clase de problemas fiscales a la actual administración debido al abultado ritmo de gasto que ha caracterizado su gestión y que parece haberlos agarrado de sorpresa y sin muchos ahorros creíbles. Se estima que la economía venezolana pueda caer en una fuerte recesión para el segundo semestre de este año, lo cual tendría graves implicaciones para la población en general. Y ¿adivine que?, ESTO TAMBIEN ES CULPA DE GLOBOVISION.
En los últimos meses hemos sido testigos de un incremento alarmante en la conflictividad laboral en el sector público. Casos como los del Metro de Caracas, la Corporación Venezolana de Guayana, empresas eléctricas, maestros, médicos, trabajadores de Pdvsa, son solo algunos de los problemas que el Gobierno ha tenido con los sindicatos y las negociaciones de las convenciones colectivas. Y GLOBOVISION ES CULPABLE de todo eso.
Según datos del BCV, el Índice de Precios al Consumidor en el mes de abril registró una variación intermensual de 1,8%. Con esta cifra tenemos que la inflación acumulada en los primeros cuatros meses del año se ubican en 8.2%, que si bien es cierto representa una desaceleración del ritmo inflacionario en relación al año pasado, también tenemos que decir que esta disminución se debe a un menor ritmo de crecimiento en la economía venezolana (los analistas coinciden en señalar que los rublos que presentan disminución en sus precios son los asociados a la increíble burbuja de consumo que ha experimentado nuestro país en los últimos años). Los pronósticos para este año de inflación rondan el 30% (cifra que debemos comparar con el aumento del 20% del salario mínimo). Y aunque usted no lo crea, ESTO ES CULPA DE GLOBOVISION.
Obviamente nada de lo anterior fue o es culpa de Globovisión, pero pareciera que la nueva moda revolucionaria es achacarle al canal de noticias la responsabilidad de cualquier cosa negativa que ocurra en nuestro país, lo cual por conocidas razones parecen más potes de humo que cualquier otra cosa.
Seguro Globovisión no es perfecta, ciertamente nadie lo es, y además estoy convencido que necesita cambios en algunos de sus programas (como el programa de las 10.00 de la noche, el cual en mi opinión es bastante malo), pero ¿cerrarlo porque representa los intereses de la oposición?, ¿cerrarlo porque hace denuncias, las cuales por cierto nunca son investigadas por los organismos competentes?, ¿es que VTV si es el ejemplo de lo que debe ser un canal de televisión? Cuando el cierre de Globovisión se produzca (cuidado si al momento de salir estas líneas no se ha producido), ¿qué opciones de información nos quedarán a los venezolanos?, ¿ver las novelas, comiquitas y películas repetidas de los otros canales (los cuales por cierto parecieran estar unidos en un común silencio cómplice como esperando para pescar en río revuelto y ver incrementar sus niveles de ratings sin importarles mucho la gravedad de la situación y su futuro) o ver VTV y convencerse que nuestro país es la octava maravilla del mundo, descubriendo que no nos va a afectar la crisis financiera mundial, que nunca pasa malo, sino muy por el contrario que cada día las cosas marchan mejor? Para nadie es un secreto que los canales públicos tienen niveles de ratings muy bajos (por ejemplo, el mismo Presidente lo dijo de eso que supuestamente es un canal de televisión y llaman TVES). Si esas son las opciones, el futuro de la televisión abierta en nuestro país luce bastante sombrío, y con bastante seguridad veremos como los niveles de audiencia de la televisión por cable experimentarán crecimientos exponenciales. No es sano pensar que la mejor salida va a ser el cierre de un canal de televisión, y más si este se encarga de informar y mostrarnos la otra cara de la moneda. ¿Acaso Globovisión nos presiona para que lo veamos?, ¿nos obliga a que compartamos su punto de vista?, simplemente da su versión de los hechos y cada ciudadano se forma su propia opinión.
Lo más grave es que pronto seremos testigos de un hecho insólito que pisoteará los derechos de muchos, y como siempre nada pasará, todo se olvidará en unos cuentos días. Así es como vivimos ahora en este país.
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