Empujones, agarrones y amenazas fueron parte de la receta que trabajadores de la Alcaldía de San Francisco aplicaron al fotógrafo de La Verdad, Édward Perdomo, de 31 años, ayer cuando cumplía con su trabajo.
Perdomo acudió a la sede de la Alcaldía sureña para capturar imágenes de una manifestación de ex empleados de la instancia municipal, quienes reclamaban su despido. Por la repentina decisión de un cambio de horario quedaron cesantes, según informaron los afectados.
“Llegué al lugar y la mayoría de los manifestantes se habían retirado, sólo encontré a un señor que se identificó como uno de los despedidos. Él me explicó que habían colocado un nuevo horario a las afueras de una de las oficinas de la Alcaldía y fui a hacer fotos del papel”, realtó Perdomo, quien agregó que mientras fotografiaba el horario que le había señalado el ex trabajador, fue increpado por un sujeto que “se mantuvo tranquilo hasta que vio mi carné y se dio cuenta que era trabajador de La Verdad”.
El hombre se acercó e intentó impedir que el fotógrafo cumpliera con su labor y en actitud provocadora tapó con sus manos la información publicada en las afueras de la oficina. “Que haces aquí (…) Tú no puedes tomar fotos aquí”, fue la frase que entre otras ofensas e improperios escupió el funcionario público a Perdomo, quien en defensa de sus derechos se negó a acatar la arbitraria orden del sujeto.
El funcionario público lucía vestimenta claramente identificada con la Alcaldía de San Francisco, franela blanca con el logo de la institución sureña, un carné y una gorra roja en la que además se dejaba leer en una de sus partes laterales el nombre “Luis Navarro”. A este señor se unieron más empleados, alrededor de 30, quienes en actitud amenzante persiguieron al reportero gráfico, hasta el automóvil donde se encontraba el chofer de este rotativo, Julio Rincón.
Lo que inició como un altercado entre dos personas, por la actitud violenta de un trabajador de la Alcaldía sureña, se convirtió en un ataque colectivo cuyo objetivo era el equipo reporteril de La Verdad. “Querían que borrara las fotos y les dije que podía hacer las fotos que yo quisiera, pues estaba fuera de la Alcaldía y cumpliendo con mi trabajo. Intentaron arrebatarme la cámara, entre varios forcejearon conmigo cuando ya estaba en el carro, me inmovilizaron los brazos y me pusieron las manos en el pecho”.
En ese momento, un trabajador de la alcaldía apagó vehículo marca Chevrolet Aveo, propiedad de Rincón, quien estaba acompañando a Perdomo.
Conciliador Labrador
La llegada de Eduardo Labrador, director de la Alcaldía de San Francisco, se debió al rumor sobre el presunto robo de un vehículo en el estacionamiento de la institución. Fue la mano derecha del alcalde Omar Prieto quien impidió que la situación llegara a mayores consecuencias, pues a esas alturas Édward Perdomo ya había sido retenido en una patrulla de Polisur que transitaba en la zona y que se detuvo al ver la masa agitada.
Estando retenido en el carro policial, el fotógrafo comentó que varias personas se acercaron a amenazarlo mientras empleados de la institución lo filmaban y le tomaban fotografías ante la mirada permisiva de los funcionarios policiales. Para explicar el porqué a Perdomo lo obligaron a meterse en la patrulla, Labrador justificó: “Le estaban resguardando su derecho porque aquí había una multitud y podía salir lesionado (…) así fue que ocurrió, inmediatamente que yo me percato de la situación doy las precisas instrucciones. Hay que evitar las provocaciones, había que irse al momento porque había tensión”. El director de la Alcaldía conminó en reiteradas ocasiones al reportero gráfico a retirarse del lugar, antes de la llegada de los medios de comunicación.
Para Labrador, el titular publicado por La Verdad el pasado 27 de mayo parece justificar este tipo de situaciones violentas: “Aquí provocó el anuncio de ustedes. Ha generado una conmoción y eso ha sido parte de la diatriba política que hay, tan es así que al diputado Lisandro Cabello, unos señores de la oposición, lo interceptaron y lo golpearon. O sea que el calor se está generando muy fuerte y nosotros allí reaccionamos, porque estamos en desacuerdo con esa actitud, por eso estamos aquí”. La pregunta que salta a la palestra es la siguiente: ¿Tienen que ser agredidos los periodistas venezolanos por culpa de la diatriba política que vive el país?
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