El Colegio Nacional de Periodistas quiere nuevamente denunciar la existencia de una ofensiva política llevada adelante por el oficialismo través de todos los instrumentos coactivos del Estado con el objeto de amedrentar a la oposición y la población civil que no está alineada con sus intereses y objetivos.
La estrategia, que tiene todos los elementos de un esquema de "terrorismo de estado de baja intensidad", se expresa en múltiples ejemplos cotidianos: la arremetida legal en contra de Globovisión; la criminalización de la asociación política con el proceso que se le quiere seguir al grupo 2D; las acusaciones a Manuel Rosales; los ataques, caprichosos y violentos, en contra de militantes de la oposición identificados con algunos de los candidatos que obtuvieron victorias en los recientes comicios de Gobernadores y Alcaldes, y el tono ofensivo y soez, impropio de su investidura, con el cual el Presidente de la República se refiere a sus adversarios.
El CNP quiere hacer un énfasis especial en el incalificable ataque que el inefable colectivo "La Piedrita" hizo en contra de la periodista y profesora universitaria Marta Colomina. Una agresión llevada adelante en medio de un ambiente grotescamente permisivo o impune. En lugar de hacer cumplir la ley y sancionar a los agresores, el Ministro del Interior y de Justicia se limita a hacer señalamientos generales de condena, como si el Gobierno lo estuvieran ejerciendo otras personas.
Habiéndose producido unos comicios con final feliz y sin incidentes, en los cuales quedó comprobadamente demostrada la voluntad democrática y civilizada de lo venezolanos, independientemente de sus preferencias, el país merecía de parte de sus gobernantes una actitud respetuosa del resultado de los escrutinios, con el objeto de que todos disfrutáramos nuestras navidades en paz.
En lugar de hacerlo, el Gobierno continúa adelante con una actitud obscena y vocinglera, lanzando nuevas amenazas y entrometiéndose en la cotidianidad de todos con interminables y abusivas cadenas presidenciales, ahora de cartelera doble. Todo lo cual le da a fanáticos y exaltados un argumento inspirador perfecto para llevar adelante sus acciones vandálicas.
El CNP hace un llamado al Gobierno para que recupere su decoro renunciando a esta hostil andanada de improperios que ponen en peligro la convivencia de todos. Oficialistas y opositores son venezolanos que tienen derecho a vivir en el mismo país y disfrutar de sus derechos políticos sin que se le persiga y hostigue en nombre de la verdad absoluta.
La estrategia, que tiene todos los elementos de un esquema de "terrorismo de estado de baja intensidad", se expresa en múltiples ejemplos cotidianos: la arremetida legal en contra de Globovisión; la criminalización de la asociación política con el proceso que se le quiere seguir al grupo 2D; las acusaciones a Manuel Rosales; los ataques, caprichosos y violentos, en contra de militantes de la oposición identificados con algunos de los candidatos que obtuvieron victorias en los recientes comicios de Gobernadores y Alcaldes, y el tono ofensivo y soez, impropio de su investidura, con el cual el Presidente de la República se refiere a sus adversarios.
El CNP quiere hacer un énfasis especial en el incalificable ataque que el inefable colectivo "La Piedrita" hizo en contra de la periodista y profesora universitaria Marta Colomina. Una agresión llevada adelante en medio de un ambiente grotescamente permisivo o impune. En lugar de hacer cumplir la ley y sancionar a los agresores, el Ministro del Interior y de Justicia se limita a hacer señalamientos generales de condena, como si el Gobierno lo estuvieran ejerciendo otras personas.
Habiéndose producido unos comicios con final feliz y sin incidentes, en los cuales quedó comprobadamente demostrada la voluntad democrática y civilizada de lo venezolanos, independientemente de sus preferencias, el país merecía de parte de sus gobernantes una actitud respetuosa del resultado de los escrutinios, con el objeto de que todos disfrutáramos nuestras navidades en paz.
En lugar de hacerlo, el Gobierno continúa adelante con una actitud obscena y vocinglera, lanzando nuevas amenazas y entrometiéndose en la cotidianidad de todos con interminables y abusivas cadenas presidenciales, ahora de cartelera doble. Todo lo cual le da a fanáticos y exaltados un argumento inspirador perfecto para llevar adelante sus acciones vandálicas.
El CNP hace un llamado al Gobierno para que recupere su decoro renunciando a esta hostil andanada de improperios que ponen en peligro la convivencia de todos. Oficialistas y opositores son venezolanos que tienen derecho a vivir en el mismo país y disfrutar de sus derechos políticos sin que se le persiga y hostigue en nombre de la verdad absoluta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos tu comentario sobre esta información.